Parte de la medición de la productividad en cualquier negocio, y especialmente en inmobiliarias es la generación de nuevos contactos; generar lead, es una de las actividades más complejas en la era de la Internet, hay más trabajo administrativo en distinguir un contacto útil que el tiempo que lleva aprovecharlo, una vez encontrado.
Ya hay herramientas clasificando estos leads y algunas prácticas que ya se han probado en otros mercados, no siempre son los mejores en este rubro.
Se produjo una gran explosión con la estrategia de Landing page, que son páginas a las que se envía, directamente, a un usuario que se ha captado, interesado en el producto, usualmente proveniente de redes sociales.
El problema con este proceso es que hay dos aspectos de la técnica, y ninguna beneficia el usuario, directamente, una es que se necesita tener un registro del origen del usuario, para saber cuál de los orígenes está convocando al usuario, y el otro es para que el usuario registre sus datos con el objeto de obtener información.
Los usuarios se vienen entrenando para evitar dejar sus datos ya que la respuesta a esa acción ha sido un abuso en publicidad y ofertas por mail que no ha pedido ni desea. De manera que las mediciones de esta técnica no resultan muy prometedoras. Implementarla, en términos de tecnología no es difícil, sí lo es el control de su eficacia, ya que para ello hay que implementar estrategias de control y revisación que a veces implica superior administración que beneficio.
Sin embargo, no es una estrategia a dejar de lado, si no a tener en cuenta para probar, y si comienza a consumir mayor administración, saber intentar otros recursos a tiempo.
Otra de las estrategias son las ofertas. Hay que tener en cuenta que el negocio inmobiliario no es una venta de mercadería o productos de oficina, ofrecer productos de regalos, en este rubro no es fácil, sin embargo, hay un valor que muchas veces es más valorado, justamente por lo difícil de conseguirla: información, ofertas especiales que se basan en el conocimiento del cliente, advertencias de productos especiales antes de la oferta pública, no sólo es bien considerada por los inversores y afirman la relación, sino que ahorra mucho trabajo de publicación y publicidad, es una situación que beneficia a ambas partes.
La tecnología vino a aportar otro importante aspecto que siempre ha tenido un costo complicado: la visita al inmueble.
Hay ya muchas formas de mostrar el inmueble, y una de las menos explotadas: la visita del drone. Una tecnología que se usa casi por diversión, pero que permite una visita más que interesante en un aspecto casi sin explotar: el entorno de la propiedad. Los videos a distancia se la propiedad, muchas veces es una estrategia más vendedora que la propiedad misma, sobre todo el entorno natural, siempre se puede cambiar el interior de una propiedad, pero el entorno es algo que llega con la propiedad. Mostrar las ventajas de la ubicación desde una posición que casi nadie percibe es una tendencia en otros negocios que aún no parece llegar a las inmobiliarias.
Otra interesante opción es tener a mano el intercambio. Muchos están a la búsqueda de una propiedad para cambiarse por motivos diversos, poco cuentan con una evaluación de la propiedad actual, al mismo tiempo. Los clientes, por cercanía con su propia vivienda no cuentan con criterios para evaluar su situación respecto a otras, miden con la perspectiva del destino que desean, y no con el binomio propiedad con que cuentan, alcance al que pueden acceder.
Por ello, las inmobiliarias atentas, no sólo saben recabar el destino que los clientes prefieren, sino también detectar oportunidades que el cliente mismo no tiene en cuenta.
A la hora de diseñar alternativas para el negocio inmobiliario, la tecnología ayuda, pero mucho más la experiencia y perspicacia de la inmobiliaria que se contrata.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.