A veces parece un despropósito, puede verse en la ciudad de Buenos Aires y su capital incipientes edificios, la paradoja está en que hacía mucho tiempo que no había tantas construcciones, y nunca antes están tan alejado de la población media el adquirirlas.
La crisis mantiene paralizado el mercado de usados, nadie quiere vender porque no se sabe si se podrá comprar, para pasar el chubasco la gente alquila, alquila y alquila, lo que ha saturado el mercado.
Es curioso, la gran cantidad de propietarios que históricamente viven de rentas están viendo tambalear sus ingresos.
Todos conocemos a alguien, que conoce a alguien que está en circunstancia de no poder alquilar su propiedad.
En ocasión de escuchar un comentario al respecto, pregunté al dueño del inmueble, si no le convenía bajar el precio del alquiler, hacer un contrato por meses que al menos le pagara los gastos.
No hubo caso, hay gente que prefiere perder de su bolsillo pero no darle la posibilidad a otro de contar con techo, ceder se lo toman como depreciar el mercado inmobiliario.
Si pensamos en la economía, bajar precios, aunque sea para campear el temporal se tomaría como un atentado a la economía de ese sector.
Mientras tanto hay una pregunta que flota: hay muchos inmuebles desocupados por la sobreabundancia de oferta en alquiler, ¿esto cómo afecta a la energía?, parece que nada porque sigue habiendo cortes.
Pero entonces: quién compra las propiedades de tantos edificios nuevos y además: de dónde sale la energía que deberán usar.
Un informe que leí dice que hay más de 2800 millones de personas en el mundo que no usan combustibles modernos en el hogar, llámese energía eléctrica o gas, es eso, menos del 20 porciento es energía renovable.
La verdad que lo de la energía sostenible, parece un eufemismo, un discurso, pero nadie sabe qué están haciendo los países al respecto y mucho menos qué se hace en Argentina, donde los noticieros más bien están ocupados en las peleas políticas de quién se queda con el palito de un chupetín que no alcanza para todos.
Las necesidades energéticas aumentan, ¿de dónde sale?
Estoy estimando que no hay planes de estudio del crecimiento de las necesidades energéticas para el inmeadiato futuro, de manera que más construcción, lejos de ser un alivio para el crecimiento del negocio inmobiliario, más bien es como más peso lastre a un sistema energético que ya está en evidente colapso.
Volveremos al arco y la flecha, decía mi padre.